Se trata de un edificio de 36 VIVIENDAS, LOCALES, GARAJES Y TRASTEROS, formado por tres bloques, con una planta bajo rasante para garaje y trasteros, planta baja destinada a locales, y sobrerasante tres bloques de tres plantas.

Partimos de un solar de difícil forma irregular, sujeto a un planeamiento que establece un desarrollo de manzana cerrada desproporcionado en sus dimensiones y fuera de escala con respecto al entorno.

Por otro lado, el solar se encuentra en una posición privilegiada de borde entre el núcleo urbano y las extensiones de terreno de alrededor, beneficiándose de espléndidas vistas.

Todo esto nos llevó a una solución que segrega el macizo en tres piezas, más ajustadas a la escala que demanda el entorno, y permite la eliminación de patios de luces interiores, abriendo las viviendas hacia las mejores vistas.

La imagen de la propuesta busca recuperar la arquitectura de llenos y vacíos con la que se identifica la arquitectura tradicional mediante fachadas a modo de grandes lienzos y huecos individualizados. Así mismo la arquitectura tradicional nos inspiró a la hora de la elección de los materiales de fachada: mortero de cal blanco y carpinterías de madera.